A continuación ofrecemos cinco sencillas claves que tener en cuenta para hacer un uso racional del aire acondicionado/ bomba de calor  y no llevarnos ninguna sorpresa ni en la factura ni en el confort de la clientela.

1-. Aparatos en buen estado.

Antes de que llegue el momento de ponerlos a funcionar, haz una revisión. Esto podría ahorrarte un gasto innecesario y quizás alguno de los aparatos no funcione correctamente. Un equipo sucio consume hasta el 50% más.

En este capítulo conviene prestarle especial atención a lo que ocurre en los equipos situados cerca de la cocina. A pesar de la calidad de las campanas extractoras, la grasa que sale de la cocina se adhiere a los aparatos y pierden efectividad.

Hay que tener especial cuidado con el nivel refrigerante de la instalación, las fugas en las instalaciones, recuerda la importancia de desconectar el sistema de climatización en periodos de no ocupación o cuando se detecten ventanas abiertas.

2-. Controla la factura.

Además de la importancia de conocer en cada momento cuánto se está gastando, un control adecuado del consumo energético nos dará pistas sobre la posible pérdida de eficiencia de los aparatos, averías o fallos.

Es recomendable utilizar equipos de medida del consumo energético ya que las facturas llegan mensualmente o bimestralmente y, por lo tanto, puede ser tarde para la reparación de un error.

3-. Temperatura y humedad idónea.

Algunos negocios abusan del aire acondicionado y eso no sólo no gusta a los clientes, sino que puede perjudicar el correcto funcionamiento de tus instalaciones. Los expertos indican que en verano la temperatura ideal está entre los 22 y los 25 grados. Procurando que la diferencia respecto a la temperatura exterior ronde los 5 grados y nunca supere los 12 grados.

4-. La humedad.

Muchas veces no se habla de la humedad, pero es tan importante como la temperatura. Según la regulación laboral vigente, la humedad debe situarse en todo caso entre el 30 y el 70 por ciento. Sin embargo, lo ideal es ubicarla entre el 30 y el 50 por ciento para lograr un ambiente de máximo confort.

5-. Aislamiento y otros sistemas.

No nos cansaremos que repetir que es fundamental aislar al máximo el local para que sólo entre y salga el frío cuando nosotros lo decidamos y podamos aprovechar, en verano, las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde para refrigerar nuestro local. Un buen aislamiento y un toldo contra la insolación pueden ahorrar hasta un 30% en el uso del aire acondicionado. Aprovecha los sistemas tradicionales para evitar el aumento de temperatura en tu negocio.

6-. Trabaja en equipo.

Un equipo concienciado con el consumo energético es esencial para ahorrar costes en el aire acondicionado. Explícales las razones por las que es conveniente estar permanentemente atento a la temperatura del local y al confort de la clientela. Además, dedícale el tiempo necesario a explicar el funcionamiento de los aparatos de refrigeración y nombra a una persona responsable de la temperatura en cada uno de los turnos.

Los aparatos de refrigeración no son, efectivamente, como una televisión que se enciende y se apaga en tres segundos, requieren un tiempo para comenzar a funcionar correctamente.

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