El uso de los teléfonos móviles es una realidad que se ve prácticamente en el 100% de las mesas de cualquier restaurante. No nos vamos a parar hoy a debatir sobre si es de buena educación o falta de respeto hacia los demás comensales sino a ver como este hábito puede llegar a alterar el servicio. Nos llamo la atención un estudio realizado en un restaurante después de analizar el comportamiento de sus clientes.
Durante el estudio observaron que muchos comensales sacaban su teléfono antes de haber consultado la carta; algunos para consultar sus mensajes, otros para tomar fotografías o para localizar la wifi disponible.
Con frecuencia, los camareros debían esperar varios minutos a que todos los comensales de una mesa hubieran dejado sus teléfonos móviles para examinar la carta y tomar nota de su comanda. El estudio contabilizó que el tiempo desde que el cliente toma asiento hasta que está preparado para que se le tome comanda ronda los 20 minutos ¡
Además de esto prácticamente la mitad de los clientes observados sacaron fotos de la comida y una cuarta parte de ellos tomaron fotos de sus compañeros de mesa cuestión que se estimo retrasaba unos 4 minutos más el servicio.
Por otro lado los camareros tuvieron que realizar fotografías de grupo a petición de aproximadamente un 40% de los clientes, cuestión que demoró unos 5 minutos más el servicio.
En total el tiempo dedicado a atender una mesa alcanzó de media 1 hora y 50 minutos.
¿Exagerado o normal? La realidad es que el uso de los móviles en los restaurantes está muy generalizado y tan cierto es que el uso de esas fotos y comentarios pasarán a formar parte de las redes sociales y por lo tanto darán a conocer nuestro local, como que no favorece en nada a aquellos establecimientos donde la rotación de mesas es primordial para la rentabilidad del negocio.