Se empieza a concienciar en contra del despilfarro de comida y recursos en establecimientos y alojamientos turísticos.
Es obsceno, y por eso conviene recordarlo, un tercio de los alimentos que producimos acaban siendo despilfarrados. Y es que, por desgracia, el despilfarro de comida está presente en casi todos los rincones de nuestro día a día: hogares, supermercados, colegios, campos de cultivo, etc.
Los restaurantes tampoco escapan a este sinsentido del desperdicio alimentario. Por ejemplo, en España, según el informe ‘Abra los ojos ante los desperdicios’, en un año se amontonan más de 63.000 toneladas de comida en los cubos de basura de los restaurantes o lo que es lo mismo, cada establecimiento lanza cada día 2,5 kilos. Y lo que resulta aún más sonrojante: el excedente en los restaurantes se ha duplicado en los últimos veinte años. Gran parte de este despilfarro se debe a la mala previsión de los propios establecimientos a la hora de hacer la compra, pero los comensales también contribuimos a esta sinfonía del derroche con los alimentos que dejamos en el plato.
Sin embargo, en los últimos tiempos han surgido iniciativas que tratan de atajar este problema. Una de las más interesantes tiene su origen en Cataluña y se llama Remenja’mmm. Massa bó per llençar-ho lo podríamos traducir como (‘Recómeme. Demasiado bueno para tirarlo’). Se trata de una campaña de sensibilización lanzada a principios de 2017 que promueve que los comensales de los restaurantes nos llevemos la comida y la bebida que no hayamos terminado. En el sitio online de Remenja’mmm se puede consultar el listado de todos los restaurantes que ya se han adherido a la campaña y que cuentan con unos envases preparados para que los clientes puedan llevarse las sobras.
Los buenos resultados cosechados llevaron a las entidades promotoras de Remenja’mmm a dar un paso más y a organizar la primera edición de los Premios Remenja’mmm, unos galardones que pretenden reconocer a aquellos restaurantes que más activamente están luchando contra el despilfarro de comida.
Y tú, ya sabes, la próxima que vayas a restaurante pide solo lo que te vas a comer. Si aun así resulta que te sobra comida, pide un recipiente para llevártela a casa. Porque la comida no se tira. ¡Conciénciate!