El avance de la tecnología de impresión 3D ha llegado a ámbitos tan dispares como la medicina o la arquitectura. Ahora, un restaurante londinense ha decidido aplicar el concepto a la gastronomía con una comida impresa en tres dimensiones.
La idea se extiende no solo a los alimentos, sino al diseño del local: desde los platos y los cubiertos hasta las sillas y la decoración están creadas mediante esta técnica de impresión,
La apertura es posible gracias a la innovación en la creación 3D; en concreto, gracias al nuevo lanzamiento de la empresa holandesa ByFlow, que ha puesto a la venta la primera impresora del mundo capaz de manipular alimentos, aunque sus aplicaciones pueden ser mucho mayores: de materiales como cerámica y sicilio hasta carne o chocolate. Tras la inauguración, sus responsables aseguran que sus planes pasan por presentar el concepto en una gira mundial que pasará por lugares como Dubai, Las Vegas, Roma, Berlín y Toronto. El precio medio por persona para disfrutar de los menús de Food Ink es de unos 250 euros.