Definitivamente, la forma y el tamaño de los vasos sí que importa. Influye, entre otras cosas, en la velocidad con la que bebemos, en el sabor de las bebidas y en el atractivo de su presentación. Así lo confirma un estudio de la Universidad de Bristol. Cerveza, vino, tónica, whisky… incluso el agua sabe diferente dependiendo del tipo de vaso o copa en que bebamos.
- VINO. Cristal transparente y liso para apreciar mejor el tono de la bebida. Nunca se debe llenar demasiado la copa.
- ESPUMOSOS Y CHAMPANES. Hay diversidad de opiniones sobre la mejor copa para el Champán. Muchos expertos creen que la mejor es la Tulipa, similar a la aflautada pero más ancha en el centro.
- CERVEZA. Dependiendo de la fermentación se utiliza un tipo u otro de recipiente para apreciar los aromas vaso Pilsner, la típica jarra, el clásico vaso corto…
- AGUA. Copa de gran tamaño y ligeramente abombada.
- COPAS/CÓCTELES. La copa de balón llegó con fuerza para hacerse la reina de la noche, al menos en cuanto a gin tonics se refiere. Pero hay muchas variantes dependiendo del tipo de bebida o cóctel que sea.
- VERMUT. Cada vez más de moda, de hecho dicen que es el nuevo gin tonic. Hay varios vasos donde tomarlo: el típico corto de cerveza; uno un poco más ancho, más alto y de cristal más gordo (el clásico); la de Martini y la ovalada sin pie, que es como la de coñac sin la parte inferior.